Mis queridos Exageraditos:

Comunicado:

Hola, en primer lugar quiero darte las gracias por visitar mi blog, sea porque pasaste de casualidad o llegaste a través de otra persona, en segundo lugar me gustaría realmente visitar también tu blog, y más si eres mi seguidor porque me gustaría ser tu seguidora también; sin embargo, mi querido amigo, muchas veces no he podido acceder a tu blog porque no es visible el enlace respectivo, no es por falta de interés...¡jamás!, así que te pido un favor, si pasas por aquí y me sigues o no, te invito a dejarme un comentario, porque así me es más fácil llegar a tu blog. Si así lo haces no dudes que te visitaré prontito.
Palabra de Nina ♥
Mira que ya pasaron por aquí:

Gracias...los quiero

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Paseando con el bicho

¡Un día de paseo con mi bicho! Vamos al zoológico, le he insistido y ha aceptado a regañadientes, él prefería ir a ver a su equipo de fútbol favorito, pero le he respondido que eso no es romántico. ¿Cómo es posible?, han sido casi dos semanas sin poder vernos y lo primero que se le viene a la mente es ir al estadio a ver jugar a su equipo favorito. ¡No!, me he negado rotundamente y ha tenido que ceder, me impuse y nos fuimos al zoológico. Cuánto bichito he visto, de lo más mono, y todos se parecerían a mi bicho, aunque pensándolo bien él es único; sin que nos vean le hemos dado de comer a los monos y le lanzamos piedritas a un cocodrilo que no se movía por nada. Por allí vimos una cacatúa que se había quedado con el pico abierto al ver a mi bichito, “¡eh, zafa, zafa!” - le he dicho - “búscate uno que no esté comprometido”
Mi bicho se la ha pasado súper mal, dijo que le dolían las piernas y que diez mosquitos le han comido medio brazo, pero yo le he respondido que es la envidia que sienten de no tener el cuerpo que él tiene. Me ha mirado con cara de pocos amigos, pero ha terminado riéndose.
Pese a todo me he divertido y creo que él también. Me llevó a mi casa, y al llegar a la entrada, escuchamos los gritos airados de mi papá, “y qué cómo es posible”, “árbitro vendido”, “que te vas a morir de esto o aquello”. Nos hemos quedado intrigados y entonces me acordé del dichoso partidito de fútbol. Pasamos a la sala y al ver mi papá a mi bicho, lo ha llamado a su lado, mientras que con una serie de morisquetas y ademanes le ha contado lo sucedido (la derrota de su equipo), mi bicho, que es hincha del mismo equipo, se puso verde de cólera y entre los dos le han dado sonada paliza verbal al pobre árbitro. Yo los he dejado gritándole al televisor, y he subido a descansar, el paseíto me dejó exhausta; allá ellos con sus cosas; sin embargo es lindo dejarlos juntos, y me he dado cuenta que se entienden, pues lo último que alcancé a oírle decir a mi padre fue: “¡cosa de locos, bicho, cosa de locos!”

No hay comentarios:

Más exageraciones por leer