Mis queridos Exageraditos:

Comunicado:

Hola, en primer lugar quiero darte las gracias por visitar mi blog, sea porque pasaste de casualidad o llegaste a través de otra persona, en segundo lugar me gustaría realmente visitar también tu blog, y más si eres mi seguidor porque me gustaría ser tu seguidora también; sin embargo, mi querido amigo, muchas veces no he podido acceder a tu blog porque no es visible el enlace respectivo, no es por falta de interés...¡jamás!, así que te pido un favor, si pasas por aquí y me sigues o no, te invito a dejarme un comentario, porque así me es más fácil llegar a tu blog. Si así lo haces no dudes que te visitaré prontito.
Palabra de Nina ♥
Mira que ya pasaron por aquí:

Gracias...los quiero

jueves, 25 de noviembre de 2010

El verano llegó

¡Qué alegría, por fin el sol que se hace sentir! Ya parecía que nunca tomaríamos el sol en la playa, pero no señor, el astro rey se impuso y ahora las mañanas son más cálidas.
La verdad es que yo adoro el verano, no soy como otras personas que lo detestan y suelen huir de él, que si acelera el envejecimiento, que si no hay bikinis que oculten la celulitis, que si hay que rebajar los kilillos de más, que ganamos comiendo chocolates para abrigarnos en este invierno; que si en estos tiempos se suda más, que si hay que comer sólo yogurt y ensalada, que si hay que escoger el mejor protector solar, etc.
Bueno todo esto lo puedo soportar con tal de sentir el calorcito en mi cuerpo y ya no tener que salir a la calle pareciendo un astronauta, cargando con chompas, chalinas, abrigos, gorritos, guantes, botas, etc. Ahora echaré al olvido (al menos por unos meses) toda esa fea ropa y haré uso de algo ligerito, ¡con lo que me gusta a mi andar por allí sin que me estorbe mucho la ropa! (no piensen mal, yo soy así).
El único gran problema es que me voy a tener que pasar súper hiper vigilando a mi bicho, porque el muy bicho, en estas temporadas, aprovecha para mirar todo lo que no pudo ver en los meses de invierno.
Sé que ir a la playa será todo un tormento para mi, por cada mujer que aparecerá ante los ojos de mi bicho, soleándose en micro tangas. Pero yo ya me encargaré de que apunte su mirada hacia la celulitis que, seguramente, muchas exhibirán este verano; ya me encargaré de hacerle ver lo imperfecto del cuerpo de muchas, aunque a simple vista parezcan espectaculares; ya me encargaré de mostrarle alguna que otra cosilla que ahora, muchas no podrán esconder.
Deséenme suerte, que arduo trabajo me espera; así que tendré que buscarle algo entretenido que hacer este verano, para que no voltee a mirar lo que no debe…¡algo se me tiene que ocurrir!

domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Metamorfosis?

Mi hermana mayor Romina se casó hace un año con Alberto. Aún recuerdo la boda, mi hermana bailando como loca desenfrenada, sin zapatos, junto a su galán, quien en ese momento ya se había convertido en su flamante esposo. Debo reconocer que, salvo contadas excepciones, mi hermana no ha tenido un gusto muy refinado que digamos en cuanto a seleccionar pareja. Todos sus novios han sido tipos que han ido desde aburridos “cura insomnio”, insoportables narcisistas, feos sin remedio, hasta vagos y palomillas. Sin embargo con Alberto la cosa ha sido muy diferente. Este hombre nos gustó a todos desde el primer momento en que lo vimos llegando a la cena que se organizó en casa de mis padres, con vino para mi padre, flores para mi madre y chocolates para mi hermana y para mi.
De todo eso ha pasado más de un año, sin embargo, el pobre Alberto ha experimentado una metamorfosis, que sorprende a propios y extraños. Sigue siendo atento y cariñoso con Romina y con toda la familia; sin embargo el pobre ha engordado más de diez kilos. Romi piensa que el causante es el estrés, o tal vez el nuevo trabajo que tiene; sea lo que fuere, el pobre come como loco. Se llena y rellena la barriga con papitas, helados, gaseosas, pasteles, etc. se los lleva a su cuarto y los guarda debajo de la cama, y desde allí estira la mano y van desfilando paquetes de galletas, bebidas, frutas, piezas de pollo, pizzas, etc. Romi esta como loca, su habitación se ha convertido en la despensa personal de Alberto. Ella ha tratado de poner fuera de su alcance cualquier aperitivo que contenga mas de cien calorías, pero su maridito siempre se las ingenia para saquearla en un dos por tres.
Sin embargo, particularmente creo que esto no se debe a ningún estrés, ni trabajo nuevo, pues la madre de Alberto conversando un día con mi madre, de broma en broma, le ha confesado que su “niño” había sido un gordito feliz casi toda su vida, pero que desde que conoció a Romi, se puso a “régimen”; al punto que pasaba días enteros sin comer, de allí que ahora la buena mujer se alegre de sobremanera, al ver a su retoño recuperar el peso perdido.
Imagínense mi cuñadito casi veinticuatro años siendo un gordito feliz, para luego llegar casi a la anorexia, y todo por amor. Cosas de la vida, cosas del amor, pero lo que no sabe Romi es que al pobre Alberto aún le falta recuperar unos buenos kilillos más, para volver a ser el “niño lindo de mamá”

Más exageraciones por leer