¡Libre al fin de tanto estrés!, ¡libre de tanto estudio, por fin terminaron las clases! Han sido días muy intensos. Metida en el salón de clases, miraba cómo los demás chicos reían sin preocupaciones y yo, la verdad, sí que las tenía, en realidad mi bicho y yo las teníamos; y digo que las teníamos porque hoy por fin aprobamos todo, ¡y si que teníamos que aprobarlo todo! mamá dijo que me prohibiría salir con el bicho por tres meses si es que no aprobaba todos los cursos. Eso fue mi principal motivación para ponerme a estudiar día y noche. Tardes enteras me las pasé estudiando mientras veía por la ventana de mi habitación a todas mis amigas salir a patinar o a la playa, mientras yo me tenía que broncear con la lámpara de mi cuarto. Muchas veces tuve que reprimirme el salir corriendo a la calle para hacer algo divertido o para encaminarme hacia la casa de mi bichito, pero no lo hice; además, a él le habían impuesto la misma prohibición: “No más Nina hasta que apruebes todos los cursos, eh”. Así que estábamos en la misma situación.
Les aseguro que tanto ha sido lo que he estudiado, que hasta llevo grabado en mi mente el olor de tantos libros que he leído, pero como les dije al principio, hoy ya no tengo nada de qué preocuparme, porque aprobamos todos los cursos y ahora tenemos carta libre para disfrutar de nuestras merecidas vacaciones. Sin embargo, prometo que no esperaré hasta el último momento para ponerme a estudiar, lo haré desde un principio. Ahora los dejó porque he de ir a buscar a cierto bichito al que pienso sacarle el jugo en este verano…
1 comentario:
>O< ooh Liberté!!
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